La Crianza: Un Viaje de Autoconocimiento y Transformación - Cap 3 - HitLive

Criar a un hijo no es solo enseñarle, guiarlo o corregirlo. Es un espejo que nos muestra quiénes somos realmente. ¿Te ha pasado que tu hijo hace algo que te irrita y, al analizarlo bien, te das cuenta de que refleja algo en ti?

 

Los niños no solo aprenden de lo que decimos, sino de lo que somos, sentimos y callamos. Y cuando logramos ver la crianza como una oportunidad de autoconocimiento, descubrimos que nuestros hijos son nuestros mayores maestros.

 

En el tercer capítulo de Mañanas Poderosas, Diego y Tatiana nos llevan a una profunda reflexión: Los hijos expresan lo que los padres callan. Esta frase nos invita a observar cómo nuestras emociones y actitudes se reflejan en ellos, incluso cuando creemos que no lo notan.

 

Cuando nuestros hijos nos muestran nuestro propio reflejo

Los niños son esponjas emocionales. No importa cuán bien actuemos o cuán serenos aparentemos estar, ellos perciben lo que realmente sentimos.

  

🔍 Ejemplo real: ¿Has notado que cuando estás ansioso, tu hijo se vuelve inquieto? ¿O cuando estás molesto, él reacciona con más enojo o resistencia? Esto no es coincidencia. Nuestros estados internos impactan directamente en su comportamiento.

  

Tatiana y Diego compartieron un momento revelador: un día, mientras desayunaban en silencio, con una tensión latente entre ellos, su hijo Mateo comenzó a quejarse de un dolor de estómago. Su cuerpo estaba expresando la angustia que ellos, como padres, intentaban ocultar.

Esto demuestra que la crianza es mucho más que educar. Es un proceso en el que cada emoción, pensamiento y actitud que tenemos impacta en nuestros hijos.

 

Tres claves para hacer de la crianza un viaje de autoconocimiento

Si queremos ser mejores guías para nuestros hijos, primero debemos aprender a observarnos a nosotros mismos. Aquí tienes tres pasos para lograrlo:

1️⃣ Observa tus emociones antes de reaccionar

La próxima vez que tu hijo haga algo que te moleste, en lugar de reaccionar automáticamente, haz una pausa y pregúntate:

  • ¿Por qué esto me irrita tanto?
  • ¿Este comportamiento refleja algo en mí?
  • ¿Estoy proyectando mis propias frustraciones en él?

 

💡 Ejemplo: Si sientes que tu hijo es muy impaciente, quizás es un reflejo de tu propia impaciencia con la vida. En lugar de corregirlo con enojo, trabaja en desarrollar más calma en ti mismo.

 

2️⃣ Escucha lo que tus hijos expresan, incluso sin palabras

Los niños no siempre dicen lo que sienten, pero su cuerpo y comportamiento lo comunican todo.

  • ✔️ Un niño que se enferma con frecuencia puede estar absorbiendo estrés o ansiedad del ambiente familiar.
  • ✔️ Un niño que desafía las reglas constantemente puede estar buscando atención y validación.
  • ✔️ Un niño callado puede estar cargando emociones que aún no sabe expresar.

  

💡 Ejercicio práctico: Dedica unos minutos cada día a simplemente observar a tu hijo sin corregirlo ni intervenir. Nota su lenguaje corporal, sus emociones y su energía.

  

3️⃣ Sé el ejemplo, más que las palabras

Los niños aprenden más de lo que ven en nosotros que de lo que les decimos. Puedes decirles que sean pacientes, pero si te ven frustrado todo el tiempo, aprenderán frustración.

  • ✔️ Si quieres que sean seguros de sí mismos, muestra seguridad en tus acciones.
  • ✔️ Si quieres que aprendan a manejar el estrés, encárgate de tu propio bienestar emocional.
  • ✔️ Si quieres que crezcan en un ambiente de amor y respeto, trata a los demás con amor y respeto.

 

💡 Recuerda: No se trata de ser padres perfectos, sino de ser padres conscientes. La clave está en seguir aprendiendo y evolucionando junto a nuestros hijos.

 

Transforma la crianza en un camino de crecimiento personal

Criar a un hijo es una oportunidad única para conocernos, sanar nuestras propias heridas y convertirnos en mejores personas. Cada desafío con nuestros hijos es una invitación a mirar hacia adentro y crecer junto a ellos.

 

🔥 Reto para esta semana:

Cuando tu hijo haga algo que te frustre, no reacciones de inmediato. En su lugar:

  1. Respira profundo y observa qué emoción te está despertando.
  2. Pregúntate si ese comportamiento refleja algo en ti.
  3. Responde con consciencia, en lugar de actuar por impulso.

 

Verás cómo, poco a poco, la relación con tu hijo se transforma. Y lo más importante: te convertirás en el padre o madre que realmente quieres ser.

 

📢 No te pierdas el próximo episodio de "Mañanas Poderosas" donde hablaremos sobre la importancia del ritmo en la infancia y cómo establecer rutinas que transformen la vida familiar.

 

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