Uno de los aspectos que podría implicar por una parte soporte y beneficioso para el hígado, pero por el otro un riesgo toxicológico, sería sin lugar a dudas el uso plantas medicinales en la fitoterapia. Desgraciadamente, la empiria que sin lugar a dudas ha existido por muchos años en la parte fitoterapéutica, llevó al mal uso de sustancias que podrían afectar el funcionamiento hepático.

 

Hay que saber recononcer cuando una sustancia es fitorerapeitcamente toxica, para utilizarla en su forma de dilución homeopática.