¿Qué estás alimentando hoy? El cuerpo, el alma o el caos emocional de tus hijos
¿Tu hijo se vuelve hiperactivo justo después de una merienda? ¿O cambia su humor sin razón aparente? Tal vez la respuesta no esté en su “personalidad difícil” sino… en su plato.
En este episodio, Tatiana y Diego nos invitan a mirar la alimentación más allá de las calorías y las modas. Porque alimentar a un niño es construir su cuerpo, su comportamiento y su consciencia.
Cuerpo: Lo que entra por la boca (y lo que no debería)
No todo lo que parece comida, lo es. Hoy muchos productos están diseñados para engañar a nuestros sentidos: huelen rico, se ven hermosos y saben deliciosos… pero no nutren.
🍬 Azúcares refinados que disparan la energía y luego la estrellan.
🥤 Alimentos “muertos” que solo llenan, pero no nutren.
🧪 Productos ultraprocesados que saturan el cuerpo y agotan el hígado.
💡 Cuando alimentamos con comida viva (natural, fresca, hecha en casa), el cuerpo lo sabe. Está más sereno, más equilibrado y más sano.
Alma: Lo que entra por los sentidos
La alimentación no es solo lo que se mastica. También se digiere lo que se ve, lo que se escucha, lo que se siente.
🎧 Música, cuentos, conversaciones, imágenes… todo eso forma el paisaje interior del niño.
- ¿Sabías que un cuento leído antes de dormir puede nutrir más el alma que una pantalla encendida?
- ¿Que el momento de la comida compartida con gratitud es alimento emocional?
Nutrir el alma es permitir que el niño se sienta visto, escuchado y amado. Y eso no viene en ningún paquete del supermercado.
Espíritu: Lo que sostiene desde dentro
Una oración al acostarse, una respiración consciente antes de comer, un momento de silencio al amanecer. Pequeños rituales que conectan al niño con algo más grande.
No se trata de religión, se trata de cultivar presencia, agradecimiento y sentido.
Cuando el alimento espiritual está presente, el niño crece con raíces firmes y un corazón abierto.
¿Y entonces? ¿Cómo empezar sin morir en el intento?
🥦 Empieza por tu plato. Ellos aprenden imitando.
🍽️ Cocina con ellos, enséñales de dónde vienen los alimentos.
📴 Evita pantallas durante la comida.
🧁 No satanices ni glorifiques los dulces: pon límites claros y naturales.
🧘♀️ Integra pequeños rituales que conecten al cuerpo, alma y espíritu.
Recuerda:
No se trata de ser perfectos, sino de ser más conscientes.
No todo día será saludable, pero cada día puede ser una oportunidad para sembrar buenos hábitos.
🌱 Reto para esta semana:
Haz al menos una comida al día en familia, sin pantallas, con gratitud y con alimento real. Observa qué cambia.
Y si hoy toca paquete… al menos que no sea el menú emocional. 😅
📢 Comparte este artículo con ese papá o mamá que anda corriendo con una lonchera en una mano y un paquete de galletas en la otra. ¡Nos vemos en el próximo episodio de Mañanas Poderosas!